Cuando alguien a quien yo quiero sufre, esa es la pregunta que me hago, ¿por qué?
Hubo un tiempo en que creí que porque la persona que sufría o sus familiares "tendrían algo que aprender" Pero ¿según quién? ¿Quien lo decidió? ¿Tiene derecho de decidir algo así?
Hubo respuestas como que Dios estaría "probando" a la persona, su fe, su amor, su resistencia...lo que sea...¿Será? Si es así no quiero ese Dios en mi vida? Alguien de ustedes, que me lee, ¿haría algo así? ¿Pondría a prueba a su hijo o su hija, nieto/a, hermano/a? Si Dios lo sabe todo, ¿por qué o para qué necesita una prueba de fe o de amor?
Se que son ideas muy generalizadas, ¿De veras aprendemos SOLO con el sufrimiento y el dolor? ¿De veras la alegría no nos enseña nada, ni la satisfacción de una meta, ni el amor correspondido, ni la amistad ni la solidaridad ni un buen ejemplo? ¿Ni un buen libro, una mascota, un atardecer, la investigación o cualquier otra cosa?
¿Será que el sufrimiento viene del abuso del poder? Me pregunto a veces...y me da más sentido que el pensar en un Dios que necesita probarnos...En el abuso del poder, quien tiene el poder se da el derecho de decir lo que está bien y lo que no, lo que se vale y lo que no se vale, quién es o no considerado importante, qué y quién es normal y quien no que no lo es; qué saber o conocimiento es más reconocido o valioso y cual no...y una vez instalado/a en ese derecho que cree que tiene, hace a un lado, discrimina, sobaja, pisotea a quién decide que es diferente y no vale o no tiene derecho o no es normal...etc. Y entonces viene la injusticia, el dolor y el sufrimiento... Porque no todos/as tenemos el mismo poder....aunque nos hacen creer que si que todos tenemos las mismas oportunidades...
Con lo anterior me explico algún tipo de sufrimiento...pero y las enfermedades, la muerte...porqué se enfermó el hijo de mi amiga y tuvo que ir al hospital, porqué un bebé esperado con tanto gusto nace muerto, por qué el cáncer...A veces podríamos relacionarlo con el abuso del poder...con la manera en que se procesan los alimentos, se tratan a los animales que nos vamos a comer, el abuso del consumo de medicamentos y la toxicidad de estos que a veces se lanzan más por cuestiones económicas que por verdaderos beneficios para las personas, las negligencias médicas y/o los errores...y de ahí me voy a pensar en las equivocaciones...
¿El que cometamos errores es lo que nos hace sufrir?¿Las malas decisiones? ¿Los rollos psicológicos? ¿El estrés? ¿Será? Provocan dolor y sufrimiento pero no solo eso, también se aprende...
En fin, como pueden darse cuenta no tengo respuesta sino preguntas....Y saben qué, he llegado a la conclusión de que es un misterio...No se la respuesta, ninguna me satisface...no tengo idea...Ya he de estar vieja pues me doy cuenta de que hay tanto que no se...y ya no me creo de cualquier idea...y ni creo que la ciencia o la religión tengan todas las respuestas...por eso para mi es simplemente un misterio...y lo respeto...cuando nada puedo hacer, o intento cambiar las cosas y ayudar si algo puedo hacer.
Se también que la ACTITUD ante el sufrimiento y el dolor hace una gran diferencia... Y en ese sentido he aprendido que las personas no somos pasivas ante el dolor y el sufrimiento, SIEMPRE hacemos algo para evitarlo, aunque no de resultado, minimizarlo, salir adelante y continuar, cuidar lo que es importante y valioso...Y esto habla mucho de la persona porque está relacionado con sus valores, convicciones, sueños y esperanzas, ideales, el tipo de vida que quiere tener...
Así, no teniendo una verdad o respuesta exacta ante el sufrimiento, cuando alguien que quiero sufre, trato de escuchar su dolor pero también lo que hace ante ese dolor y con que valores e ideales está ligado y trato de resaltarlo...He aprendido que cuando las personas se dan cuenta que sí hacen algo ante el dolor y el sufrimiento y que está ligado a lo que consideran valioso, como que balancea las cosas de algún modo...
También si alguien querido sufre, me intereso, estoy al pendiente, ofrezco en qué puedo dar la mano y ayudar, escucho y respeto y a veces, solamente acompaño en silencio...
