jueves, 5 de junio de 2014

Los Muchos Años

La veo que le tiembla la mano al escribir, que cojea y le duele su rodilla, hace las cosas más despacio que antes y no se queja.
Ella vive la vida a su ritmo, la disfruta, se preocupa por sus seres queridos a su manera y atiende a sus mascotas, es de buen corazón aunque quizá pocos lo sepan.

También veo a su hermano y su cuñada, él más canoso que ella, ambos caminan más lento, su cuñada tiene dolor al caminar, le duele una pierna, le duelen las coyunturas de casi todo el cuerpo. Se cansan. Su piel cuelga aunque sus músculos estén aun fuertes por que hacen ejercicio, siempre lo han echo. Sus caras tienen arrugas, ya les operaron las cataratas...

Ninguno de los tres eran lo que fueron en su juventud y sin embargo continúan la vida, la disfrutan, hacen lo que pueden, tiene sueños y esperanzas...

Los años no les impiden que ellos continúen haciendo lo mejor que pueden con lo que tienen, con lo que son. Ayudan a los demás a su manera, a su estilo y según sus convicciones.

Quizá olvidaron la juventud mas no sus recuerdos...

Y para mi son un ejemplo. Ellos me dicen sin palabras que no existe esa eterna juventud con la que somos bombardeados por todos los medios. Que el tiempo pasa y todo por servir acaba, que no podemos controlarlo todo ni todo está en nuestras manos, que la vida y la muerte a pesar de la ciencia sigue siendo un misterio, y a pesar de tantas ideas sobre la muerte y el más allá...ellos siguen viviendo en el "más acá" quien sabe cuanto tiempo más. Que la salud...con píldoras, verduras, líquidos más o menos...va y viene con ello y a pesar de éstas. Y que a pesar de los altibajos de salud, se ríen, gozan, padecen, pasan por lo que hay que pasar, quizá se detienen un poco y luego continúan.
Saben que van a morir algún día, y mientras disfrutan de la vida...quizá nunca imaginaron vivir tantos años.

Me gusta verlos, porque me ofrecen un panorama real, no como toda esa propaganda a la salud que pareciera tendríamos que ser bioquímicos, para saber que si la el sodio y el magnesio están en tal o cual  alimento o que hay que suplirlo con pastillas y polvos. En lugar de disfrutar la comida, que aun tenemos dientes... O que nos venden la fantasía de la eterna juventud porque si comes tal o cual cosa, si bebes tales cantidades de agua, si haces tales ejercicios y si reza, meditas u oras de tal otra, pasaran los años sin envejecer. 

Pareciera que la muerte fuera exclusiva de los viejos, muy viejos y que cuando se presenta en otras edades  fuera  un fracaso por no alimentarse, ejercitarse, sacar las emociones, tomar los suplementos, orar o meditar "adecuadamente". O que si al llegar a viejos con "achaques" fuera porque "estaban fuera de balance" en algún aspecto de la vida. Ellos simplemente viven con y a pesar de sus achaques y dificultades, y viven lo mejor que pueden, tolerando con paciencia, las incapacidades que aparecen. Y no por eso dejan de sonreír...o de repelar, según la situación.

Me gusta verlos vivir, quiero aprender a envejecer, quiero aprender de ellos cuando debo esforzarme y cuando aceptar mi límite y pedir ayuda. Quiero aprender de ellos a disfrutar de la vida a pesar de los "achaques".