Las
preocupaciones religiosas ante la homosexualidad son parte del motivo de
consulta, en particular si un o una adolescente le comenta a sus padres, en
especial a la madre su preferencia sexual. Ya había yo escrito algo al respecto
en este blog bajo el título de "mi hija/o es homosexual". Encontrarme
con este artículo sobre las citas sobre el tema me pareció muy bueno y se los
comparto:
"En las
dos ultimas referencias en relación a relaciones sexuales del mismo sexo en la
Biblia, dos palabras griegas, malakoi y arsenokoitai, están incluidos en las
listas de las personas que no heredarán el reino de dios. Muchos traductores
modernos han traducido estos términos como aclaraciones sobre las personas gay
pero el concepto de orientación sexual no existía en el viejo mundo. Si, Pablo
no tiene una postura positiva hacia las relaciones sexuales entre personas del
mismo sexo, pero el contexto en el que escribe está fuera de personas gay comprometidos
en una relación monógama y comprometida. La Biblia nunca predica sobre la
orientación sexual o matrimonio del mismo sexo, por la cual no hay razón por la
que los fieles cristianos no puedan apoyar a sus hermanos y hermanas. Ya es
tiempo. "[3]
Hay otras
citas Biblicas que poco se toman en cuenta tanto en el Antiguo Testamento como
la de Isaías 58:6 que habla de lo que agrada a Dios: que sueltes las cadenas
injustas, que desates las correas del yugo, que dejes libres a los
oprimidos, que acabes con todas las opresiones, que compartas tu pan con el
hambriento, que hospedes a los pobres sin techo, que proporciones ropas al
desnudo y que no te desatiendas de tus semejantes, y en el Nuevo Testamento
dice en Romanos 8:39 que dice así: ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni
cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios".
Es
interesante cómo lo sexual hace ruido y estamos puestos a criticar y excluir
cuando no estamos de acuerdo o cuando no se piensa igual. Somos buenos para citar la biblia para cualquier cosa sexual distinta a la nuestra y nos volvemos taaaaaaaaan bíblicos pero desgraciadamente para excluir y no para acoger. Tampoco la usamos para enfatizar el compartir lo que tenemos con quien no tiene, o en dar salarios justos o no hablar mal de los demás o para citar el perdón. Con las injusticias sociales solemos callarnos y ser mucho más tolerantes. Por eso me dio gusto encontrar a Mathew Vines y poder compartirlo con ustedes.